Por décadas, los fans de Los Simpson han especulado sobre una pregunta tan absurda como fascinante: ¿con qué personaje se identifica Matt Groening, el creador de la familia amarilla? Algunos pensaban que Bart —el rebelde travieso— era un reflejo claro de su juventud. Otros creían que Homero, con su torpeza entrañable, era una exageración humorística de la figura paterna, una manera de reírse del adulto promedio. Pero ninguno lo adivinó del todo.
La respuesta la dio el propio Groening en el Festival de Animación de Annecy, en Francia, donde fue homenajeado por su trayectoria. Allí, rodeado de jóvenes animadores y tras recibir un premio honorífico por su impacto en la industria, soltó la confesión que dejó a todos desconcertados y encantados a la vez: “Je suis Milhouse” (“Yo soy Milhouse”).
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Así, el tímido, torpe y leal amigo de Bart Simpson resultó ser el alter ego más cercano del creador de una de las franquicias más exitosas de la historia de la televisión. Lejos de querer verse como el protagonista rebelde o como la figura central de la familia, Groening eligió a quien muchos consideran un personaje secundario. Pero, para él, Milhouse representa algo esencial: la vulnerabilidad.
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Un artista underground convertido en imperio
Matt Groening nunca pensó que cambiaría el rumbo de la animación para siempre. En 1987, aceptó crear unos breves segmentos animados para The Tracey Ullman Show, convencido de que serían algo pasajero. En ese momento, su mayor éxito era la tira cómica underground Life in Hell, y él mismo reconocía que no sabía nada sobre cómo hacer televisión. Sin embargo, el personaje de Bart pronto captó la atención de una generación entera y el experimento evolucionó en lo que hoy conocemos como Los Simpson, una serie que lleva más de 800 episodios al aire, ha ganado decenas de premios y ha marcado a varias generaciones con su humor ácido y sus inesperadas predicciones del futuro.
Durante su participación en Annecy, Groening también compartió algunos recuerdos personales. Reveló que los nombres de los miembros de la familia Simpson provienen directamente de su propia familia: Homero y Marge eran sus padres; Lisa y Maggie, sus hermanas; y el abuelo Abe, una referencia directa a su abuelo. Solo un nombre parece no tener relación directa: Bart, que en realidad es un anagrama de “brat” (mocoso, en inglés), una palabra que resume la actitud del personaje.
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El humor como catarsis
Pero entonces, ¿por qué Milhouse? La respuesta parece estar en la honestidad emocional que ofrece el personaje. Mientras Bart es rebelde y seguro, Milhouse es inseguro, torpe, hipersensible y muchas veces ridículo. Aun así, nunca deja de ser leal. Para Groening, esa mezcla de debilidad y ternura es quizás la más humana de todas. Además, representa al tipo de niño que muchas veces se siente fuera de lugar, pero que intenta sobrevivir con humor y buena voluntad.
"Nos divertimos atormentando a nuestros personajes", dijo Groening en Annecy. “Y lo hacemos porque nos vemos en ellos. Es más divertido ver a alguien caer de un precipicio que verlo triunfar sin obstáculos”. En ese juego, Milhouse ha sido el blanco constante, pero también el reflejo más íntimo del propio autor.
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Matt Groening hoy tiene 71 años y ha regresado con fuerza a su creación después de dejarla durante años en manos de otros. Su motivación no es la nostalgia ni el deber: “Queremos sorprendernos a nosotros mismos”, afirmó. “Si lo logramos, entonces también podremos sorprender al público”.
Con esa frase, y con su inesperada confesión sobre Milhouse, Groening no solo rindió homenaje a su personaje favorito, sino que dejó en claro que detrás de todo gran creador hay un niño sensible escondido tras unas gafas azules.