En el imaginario colectivo de millones de televidentes, Jorge Enrique Abello siempre será Don Armando Mendoza, el galán conflictivo de Yo soy Betty, la fea, la exitosa telenovela creada por Fernando Gaitán que dio la vuelta al mundo desde su estreno en 1999. Sin embargo, para el actor bogotano, el camino hacia ese reconocimiento nunca fue del todo sencillo. Detrás del personaje que lo catapultó a la fama, hay una carrera marcada por desafíos, reinvenciones y una constante sensación de no ser la primera opción.
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“Siempre me sentí como la segunda opción”, ha confesado el actor en más de una ocasión, recordando cómo el papel protagónico de Armando Mendoza no estaba originalmente destinado para él, sino para el actor Guy Ecker. A pesar de ello, fue su interpretación la que quedó grabada en la memoria del público. Y aunque Betty la fea lo convirtió en una figura imprescindible de la televisión colombiana, Abello reconoce que su camino ha estado lleno de altibajos.
Antes de Betty, ya acumulaba más de 300 episodios en diferentes producciones nacionales, pero nunca uno tan determinante. Luego del fenómeno mundial de la telenovela, su versatilidad lo llevó a papeles distintos: desde travestirse en En los tacones de Eva, hasta interpretar a un personaje homosexual en Aquí no hay quien viva. Aún así, su relación con la industria no ha estado exenta de frustraciones. Entre 2014 y 2016, se alejó de las pantallas por sentirse encasillado y relegado en muchos proyectos.
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Pero Jorge Enrique Abello no se quedó en pausa. Lejos de la ficción, encontró una nueva pasión: el entretenimiento nocturno. En 2023, junto al músico Juan Felipe Samper, lanzó Casa D, un bar temático que celebra la música de los años 70, 80 y 90. Lo que comenzó como Casa Despecho en Bogotá, pronto se convirtió en un fenómeno cultural que ahora tiene presencia en Cartagena y planes de expansión en ciudades como Medellín, Cali y Barranquilla, además de un ambicioso salto a Miami.
Este emprendimiento forma parte de una alianza estratégica con Evedesa, compañía experta en entretenimiento nocturno, lo que le ha permitido al actor consolidarse como empresario. Su propuesta, que combina coctelería de autor, estética retro e inclusión social, ha capturado la atención tanto de nostálgicos como de nuevos públicos.
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El actor, sin embargo, no ha cerrado del todo la puerta a la actuación. El año pasado, Abello regresó a las pantallas con Betty la fea: La historia continúa, una secuela producida por Prime Video. No solo retomó el papel de Don Armando, sino que también se desempeñó como productor asociado del proyecto, demostrando que su vínculo con el arte dramático sigue más vivo que nunca.
Consciente del peso que tiene en la cultura popular latinoamericana, Jorge Enrique Abello ha decidido ya no esperar más llamadas como “segunda opción”. Hoy, toma las riendas de su propio destino con la misma convicción con la que interpretó a aquel empresario enamorado de su secretaria, pero esta vez desde el escenario de la vida real, donde ha dejado de actuar para comenzar a dirigir su propia historia.