Denzel Washington volvió a robarse los focos del cine mundial, esta vez desde el prestigioso Festival de Cannes. Pero no solo por su actuación en Highest 2 Lowest, la nueva película de Spike Lee que se presentó fuera de competición, sino por recibir, sin previo aviso, la Palma de Oro de Honor, un reconocimiento que lo consagra —una vez más— como uno de los grandes de la industria.
A sus 70 años, el actor subió al escenario visiblemente conmovido y agradecido, sin saber que sería homenajeado esa noche: “Nos sentimos bendecidos sin medida, me siento bendecido sin medida”, afirmó. El momento fue emotivo, pero también simbólico. Washington no solo recoge premios: sigue haciendo cine vibrante, desafiante, y Highest 2 Lowest parece ser una prueba de ello.
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La película, que llegará a Apple TV+ en 2025, es un thriller con alma artística. Basada libremente en El infierno del odio de Akira Kurosawa —quien a su vez se inspiró en una novela de Ed McBain—, el filme es una relectura neoyorquina del poder, la integridad y la desesperación. Washington interpreta a David King, una figura legendaria de la industria discográfica que se ve envuelto en un conflicto personal y empresarial cuando su hijo es secuestrado. Pero más allá de la trama de suspenso, Spike Lee construye una cinta barroca, llena de referencias culturales, cinefilia desbordante y reflexiones sobre la fama, la autenticidad y el caos contemporáneo.
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Lee y Washington no trabajaban juntos desde Malcolm X, y su reencuentro parece haber generado una alquimia especial. Highest 2 Lowest tiene momentos de drama shakespeariano (como el apellido del protagonista, King, sugiere con ironía), toques de cine negro, ritmos urbanos y una crítica feroz al algoritmo que domina el entretenimiento actual. Si se tratara de sintetizar la intención del director en una consigna, podría ser esa que flota en el subtexto de la película: “¡Viva el arte, abajo el contenido!”.
La crítica ya empieza a ver la película como una de las propuestas más complejas y audaces del año. Su estructura no lineal, sus diálogos intensos y una estética que mezcla lo vintage con lo contemporáneo hacen de esta obra algo más que una producción de renombre: es una declaración. La Nueva York que retrata Lee no es solo un escenario, sino un personaje más, vibrante y lleno de contradicciones, como si la ciudad misma estuviera contando su versión de la historia.
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Con interpretaciones notables (además de Washington, actúan Jeffrey Wright, A$AP Rocky e Ilfenesh Hadera), una banda sonora poderosa y un discurso ético que se siente urgente, Highest 2 Lowest podría no solo figurar entre las favoritas de 2025, sino también convertirse en un referente del cine que se niega a complacer al algoritmo. En un panorama dominado por franquicias recicladas y fórmulas previsibles, esta película se perfila como un oasis de ambición artística.
Así, Washington no solo se llevó una Palma de Oro sorpresa, sino que, quizás, ya tenga asegurado un lugar en las listas de lo mejor del año que viene. Porque cuando una leyenda actúa bajo la dirección de un inconformista como Spike Lee, el cine respira, provoca y se sacude. Y eso es precisamente lo que necesitamos.