
Este jueves 8 de mayo regresa a las salas de cine colombianas Amor, mujeres y flores, una película documental dirigida por Marta Rodríguez y Jorge Silva. Restaurada recientemente por la Fundación Cine Documental, esta obra fue seleccionada para la sección oficial de Cannes Classics 2023, un espacio reservado para películas que han dejado un legado en la historia del cine. Ahora, el público colombiano podrá reencontrarse con esta historia que, curiosamente sigue siendo tan relevante como cuando se estrenó por primera vez.
'Amor, mujeres y flores': ¿De qué trata?
La película retrata la vida de miles de mujeres trabajadoras en la Sabana de Bogotá, vinculadas a la industria de la floricultura desde los años 70. Esta actividad, impulsada por empresarios de Estados Unidos, Francia y Japón, aprovecha la mano de obra femenina en un contexto donde las condiciones laborales están lejos de ser seguras.
El documental denuncia el uso de pesticidas altamente tóxicos (muchos de ellos prohibidos en países del norte), empleados para mantener la calidad de las flores destinadas a la exportación. El resultado: graves afectaciones a la salud de las trabajadoras, muchas de ellas irreversibles.

La película recoge testimonios directos, imágenes de archivo y un acercamiento íntimo que conecta con el estilo del cinéma vérité, influencia directa del paso de Marta Rodríguez por las clases del cineasta Jean Rouch en el Museo del Hombre en París. Esa mirada, sin intermediarios, le permitió construir un puente entre el arte documental y la denuncia social.
¿Quién es Marta Rodríguez?

Pero hablar de Amor, mujeres y flores es también hablar de Marta Rodríguez. Nacida en Bogotá en 1933, su vida ha estado marcada por una profunda conciencia social. Estudió Sociología y en los años 60 conoció a Camilo Torres, quien le propuso alfabetizar a niños trabajadores en los barrios periféricos de Bogotá. Más tarde, junto a Jorge Silva, formó una dupla clave en la historia del cine documental colombiano.
Con Chircales (1972), su primer largometraje, Marta Rodríguez comenzó a documentar la vida de las comunidades marginadas. Luego vinieron otros títulos como Planas: testimonio de un etnocidio y Nuestra voz de tierra, memoria y futuro, todos con un enfoque en la memoria, los derechos humanos y las luchas sociales.
Hoy, a sus más de 90 años, Rodríguez sigue activa, dedicada a preservar y compartir su archivo a través de la Fundación Cine Documental.
Así que si estás en Colombia, no dejes pasar la oportunidad para revisitar un clásico del cine colombiano que sigue planteando preguntas necesarias. La buena noticia es que podrás encontrarla en salas de nueve ciudades del país. En Bogotá, estará disponible en la Cinemateca, Cinemanía y Cinema Paraíso. Pero si estás por fuera de la capital, asegúrate de revisar tu cartelera local.