La serie 'Dune: Prophecy', precuela de la saga escrita por Frank Herbert, se sitúa 10.148 años antes del nacimiento de Paul Atreides, el mítico protagonista de la historia original. Disponible en Max, esta producción explora los orígenes del universo de 'Dune', desde las guerras interplanetarias hasta la fundación del Bene Gesserit, una orden secreta clave en la política y la religión del Imperio. Sin embargo, un detalle que ha llamado la atención de los fanáticos es la falta de evolución tecnológica a lo largo de 10 milenios.
Este aparente estancamiento no es una falla narrativa. Según Jordan Goldberg, productor de la serie, la tecnología en 'Dune' ha alcanzado una madurez funcional, superando su propósito inicial de ser una herramienta de guerra. La tecnología Holtzman, responsable de los icónicos escudos corporales y vehículos flotantes, es un ejemplo clave de cómo esta evolución tecnológica ha encontrado un punto de estabilidad. En el tercer episodio, incluso se presenta un personaje que utiliza una silla de ruedas basada en esta tecnología de levitación, mostrando cómo su uso se ha extendido más allá de lo militar hacia la vida cotidiana.
Pero la razón más profunda detrás de este estancamiento tecnológico se encuentra en la propia mitología de 'Dune'. La humanidad, en este universo, sufrió una guerra contra las máquinas pensantes durante la Gran Revuelta, un conflicto narrado en el libro "La guerra de las máquinas" de Brian Herbert y Kevin J. Anderson. Tras este enfrentamiento, se instauró una prohibición absoluta de las inteligencias artificiales y las máquinas que piensan, forzando a la humanidad a evolucionar en otras áreas, como la genética, la política y la religión, en lugar de depender de los avances tecnológicos tradicionales.
Este enfoque coloca a 'Dune' en un plano único dentro de la ciencia ficción, contrastando con la mayoría de las historias futuristas que presentan un progreso imparable en la tecnología. Aquí, la humanidad ha optado por un camino distinto, donde el desarrollo se centra en el potencial humano, evitando el riesgo de ser superados por sus propias creaciones.
Con esta perspectiva, 'Dune: Prophecy' no solo honra la visión original de Frank Herbert, sino que también plantea una reflexión sobre el futuro de nuestra relación con la tecnología y las posibles consecuencias de depender demasiado de ella. ¿Es este el destino inevitable de toda civilización avanzada?