Después de 11 años de haber conmocionado al mundo por su aparición en las noticias, El caso Asunta vuelve a dar de qué hablar por la adaptación que se ha hecho del mismo en Netflix, la cual ofrece una mirada a los hechos que hicieron parte de este en su momento.
Como grandes protagonistas de la historia aparecen quienes en la realidad se vistieron de villanos en gran parte, que fueron los padres de la menor asesinada: Rosario Porto y Alfonso Basterra. Ambos fueron los únicos sospechosos e incluso se les envió a prisión por el material probatorio escueto, pero "suficiente para la justicia", hallado en su contra.
Mientras que el hombre sigue cumpliendo su condena de 18 años de cárcel por las incongruencias en sus testimonios o falta de solidez en su coartada, su exmujer decidió quitarse la vida en 2020, mientras se encontraba recluida en un centro penitenciario también.
Aunque pasó sus últimos días sola y temerosa de lo que la prensa podía decir acerca de ella, los detalles de su tiempo como presa no se han mantenido en secreto, sino que salieron a la luz recientemente por las revelaciones hechas por la monja que iba hasta su celda a confesarla.
"No tenía amigas", dijo la monja que visitaba en prisión a Rosario Porto
En el programa de la televisión española, Mañaneros, la religiosa dio algunos datos relevantes sobre la cotidianidad de Rosario Porto mientras estuvo encerrada en A Lama, en Pontevedra. Dio a conocer cómo se ganó a sus compañeras de patio.
"Muy pocas veces pensaba en los demás. Yo no sé si las chicas le tenían envidia, lo que sé es que ella trataba de ganárselas con compras en el economato (tienda interna). Le decía que era muy aprovechadas", expresó.
Marifé Rodríguez, la confesora, agregó también que "no tenía amistades cercanas simpatizantes. Cuando venía al taller, que vino pocas veces porque tenía pocas habilidades manuales, venía con auriculares, porque ella no se comunicaba con el resto de las muchachas (...). Las tenía siempre como inferiores".
Finalmente, dio su percepción acerca del estado emocional de Porto y la describió como "una mujer desequilibrada. Tal vez la educación, tal vez el entorno familiar, tantas cosas... La hacían parecer una persona adecuada. Pero para mí era una persona desequilibrada", concluyó en diálogo con el programa citado.