Cocaine Bear, la película de la que todos están hablando, y de la cual seguramente viste a su protagonista pasearse en la ceremonia de los premios Oscar, se estrenará en Colombia en el mes de abril. La disparatada historia de un Oso que, bajo los efectos de la cocaína, ataca a un grupo de personas está dirigida por la directora, actriz y productora Elizabeth Banks.
Y es que por más disparatado que parezca el argumento, está basado en una historia real. Se inspiró en un incidente que tuvo lugar en 1985 en el sur de California, cuando un grupo de traficantes de drogas abandonó una gran cantidad de cocaína en un bosque cercano. Un oso negro americano, al igual que otros animales salvajes, fue atraído por el olor de la droga y se comió gran parte de ella.
Lamentablemente, el oso fue encontrado muerto en el bosque a causa de la ingesta de una cantidad letal de cocaína. El incidente generó un gran revuelo mediático y llevó a un aumento en la lucha contra el tráfico de drogas y su impacto en la vida silvestre.
Universal Pictures
Lo más triste es que esta no es la única historia de fauna silvestre que se ha intoxicado con drogas. De hecho, no es el único oso. En 2018 un oso de anteojos fue encontrado en un estado de agitación y confusión después de haber ingerido cocaína en el Parque nacional de Chiribiquete, Colombia. Aunque el oso sobrevivió, su salud fue gravemente afectada y tuvo que ser tratado por los veterinarios. Afortunadamente, después de varios meses de tratamiento, el oso se recuperó y fue liberado de nuevo en la naturaleza.