Un recorrido por los antagonistas que transformaron la Navidad en cine en algo mucho más turbio, divertido y memorable.
La Navidad en el cine siempre ha convivido con una cuota de caos. Detrás de los villancicos, la nieve perfecta y los abrazos familiares, hay personajes que llegan a dinamitar cualquier intento de armonía. Es, quizá, lo que más recordamos de muchas películas navideñas: sus villanos. Esos antagonistas que desestabilizan, que incomodan, que meten la cucharada en la noche buena solo para probar qué pasa cuando la fiesta se rompe.
Y entre ellos, claro, están Harry y Marv, los ladrones torpes de Mi pobre angelito, quienes se convirtieron en la vara con la que medimos buena parte del mal comportamiento navideño. Pero no están solos. A lo largo de los años, el cine ha parido criaturas, humanos, fantasmas y monstruos que se han ganado un lugar en el panteón de los villanos de temporada. Aquí reunimos diez que, por distintas razones, siguen formando parte de nuestra memoria colectiva.