Violeta Bergonzi se ha convertido en una de las participantes más comentadas de MasterChef Celebrity Colombia 2025. Su paso por el reality no solo ha estado marcado por la tensión propia de los retos culinarios, sino también por las emociones que, sin filtros, ha compartido frente a cámaras y en sus redes sociales. La también presentadora aprovechó una transmisión en vivo en Instagram para hablar abiertamente de lo que implica mostrarse sensible en un programa de alta exposición mediática.
“Me aterra el miedo que nos da todo el tiempo de ser juzgados por llorar, por ser frágiles, por sentir”, expresó Bergonzi, en respuesta a quienes la critican por dejar salir sus lágrimas durante los capítulos. Según contó, desde pequeña escuchó frases como “no llore” o “los hombres no lloran”, que todavía pesan en la manera como la sociedad percibe la vulnerabilidad. Para ella, este tipo de mensajes refuerza el prejuicio de que mostrar sentimientos es sinónimo de debilidad.
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Durante la conversación, Violeta defendió la idea de que llorar no la hace menos fuerte, ni a ella ni a sus compañeros. “Yo me siento fuertísima, y Carolina también lo es. Eso no tiene nada que ver con ser chillón, llorón o sensible. Ser sensible no nos quita fortaleza”, afirmó. Sus palabras conectaron con cientos de seguidores, quienes le dejaron mensajes de apoyo y destacaron el valor de poner el tema sobre la mesa.
La concursante también explicó que la dinámica del reality puede intensificar los estados emocionales. “Es una competencia, sí, pero nosotros tenemos detrás la vida real: estamos lejos de los hijos, enfrentamos problemas personales, incluso episodios de depresión. Todo se suma”, dijo. En ese sentido, subrayó que la presión no solo viene de cocinar bajo reloj, sino también de la carga emocional de estar en un entorno tan exigente.
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El episodio más comentado hasta ahora fue su reto en pareja con Michelle Rouillard, donde un olvido en la despensa generó un momento de tensión que acabó en lágrimas y reproches. Aunque ambas lograron recomponerse y hasta salir victoriosas con el plato, la incomodidad entre ellas se trasladó a las redes sociales, donde finalmente se dejaron de seguir. Aun así, Bergonzi aseguró que su compromiso con la competencia está por encima de los roces.
Su reflexión no solo habló de ella misma, sino de una cultura que todavía castiga a quienes expresan sus sentimientos. “Lo preocupante es la gente que se traga todo, que acumula, que guarda y que estalla”, concluyó. Un mensaje que, más allá de la cocina televisiva, invita a repensar la relación entre sensibilidad y fortaleza en la vida cotidiana.