El protagonista del anime ha pasado por una paleta capilar tan caótica como brillante, y el responsable es nada menos que su propio creador.
En el universo del anime, donde hasta el brillo del iris puede cargarse de simbolismo, el color del cabello dice más que mil diálogos. Pero si hablamos de Jujutsu Kaisen, la cosa se vuelve un festival cromático digno de un departamento de diseño en crisis perpetua. Y ningún caso es más paradigmático que el de Yuji Itadori, ese protagonista torbellino cuyo pelo ha cambiado de color más veces que la agenda de estrenos de 2025.
Para los fans recién llegados —y para los veteranos que juraban tener el RGB de Yuji grabado en la memoria— vale la pena recordar que el anime fue el que finalmente “oficializó” ese tono rosado clarito, casi pastel, que hoy asociamos de inmediato con el personaje. Pero en el manga… bueno, ahí la historia es otra. Yuji ha sido rubio, rosado, morado, salmón, y en algunas ilustraciones parece que Gege Akutami hubiera tirado los dados del color y seguido adelante.
La razón, lejos de una estrategia estética o un capricho editorial, es mucho más humana, desarmante y casi tierna: Gege Akutami es daltónico. Sí, el padre artístico de uno de los shonen más importantes de la última década tiene una relación compleja con las paletas cromáticas, lo que ha llevado a que Yuji luzca diferente dependiendo de la portada, el capítulo especial o la ilustración promocional.
En una entrevista con VIZ Media, Akutami lo soltó sin drama y con un humor que podría firmar el propio Gojo:
Como soy un poco daltónico y la tabla de colores no tiene sentido para mí, estoy a punto de renunciar a teñirme el cabello.
Si uno lo piensa, no es poca cosa enfrentarse al mundo del color desde esa condición cuando tu día a día exige crear universos visuales. Pero Akutami, fiel a esa vibra caótica y brillante que define su obra, lo convierte en estilo, no en obstáculo. Y si bien Yuji es el que más sufre la consecuencia de esos desajustes cromáticos, no es el único: personajes como Hakari también han cambiado de rubio a morado sin previo aviso, como si respondieran a la temporada emocional de su creador.
Eso sí: cuando Akutami trabaja con contrastes marcados, se desmarca de cualquier limitación. Las ilustraciones que hizo de los Cinco Ancianos de One Piece son una prueba de que su capacidad visual va mucho más allá de la precisión tonal. Lo suyo es energía, composición, gesto; lo cromático, aunque variable, funciona como una firma impredecible.
El resultado de todo esto es casi un guiño dentro del fandom: Yuji Itadori, héroe de una de las series más intensas del shonen moderno, tiene un pelo que cambia más que ninguna otra cosa, y no por estilo, sino por la forma en que su creador percibe el mundo.
En un medio donde la continuidad visual suele ser regla sagrada, este caos controlado se vuelve parte del encanto. Es una invitación a mirar Jujutsu Kaisen no solo desde sus batallas desbordadas o sus personajes inolvidables, sino desde la humanidad imperfecta que sostiene su universo. Porque a veces el detalle que más amamos —o más nos desconcierta— nace justo ahí: en la diferencia, en el error, en la mirada distinta que hace que todo parezca nuevo.