En la industria del entretenimiento, es fácil imaginar que los actores nacen para actuar, que siempre supieron que su destino estaba frente a una cámara. Sin embargo, la historia de varios talentos colombianos demuestra que la vida suele dar giros inesperados y que, antes de brillar en la pantalla, algunos se desenvolvían en oficios o carreras que nada tenían que ver con la actuación. Desde la arquitectura hasta la zootecnia, pasando por trabajos en hotelería y estudios de derecho, estos artistas encontraron su verdadera pasión en un momento decisivo de sus vidas.
Carlos Manuel Vesga: de los planos al guion
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Antes de convertirse en uno de los rostros más carismáticos de la televisión y el cine colombiano, Carlos Manuel Vesga se formó como arquitecto en Bogotá. Dibujar planos, diseñar estructuras y calcular proporciones eran parte de su día a día. Sin embargo, el destino cambió cuando participó en un grupo de teatro y descubrió que las tablas le ofrecían algo que el dibujo técnico no podía: una conexión directa con el público. Su decisión de estudiar actuación en la prestigiosa Lee Strasberg Theatre & Film Institute en Nueva York selló su cambio de rumbo profesional.
Manuela González: entre recepciones y libretos
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Mucho antes de protagonizar telenovelas y series, Manuela González trabajó como recepcionista en hoteles de Bogotá, entre ellos el Andino Royal. Lo hacía para costearse sus estudios de Comunicación Social y Periodismo, una carrera que le atraía por su vínculo con las historias y la gente. Sin embargo, fue en un casting fortuito cuando descubrió que podía narrar de otra forma: interpretando personajes. Desde entonces, ha alternado la televisión, el cine y el teatro con la misma pasión con la que atendía a los huéspedes, pero ahora recibiendo a su público desde la pantalla.
Rodrigo Candamil: ingeniería con alma de actor
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Empezó su vida universitaria estudiando ingeniería industrial en la Universidad Autónoma de Colombia. Las fórmulas, los cálculos y la optimización de procesos parecían ser su futuro. Pero la atracción por el arte dramático fue más fuerte. Candamil dejó las cifras para dedicarse a las artes escénicas en la Universidad Distrital, un salto que lo llevó a construir, no fábricas, sino personajes complejos que hoy lo han posicionado como uno de los actores más versátiles de su generación.
Sofía Vergara: de la odontología a Hollywood
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Nacida en Barranquilla, Sofía Vergara tenía planes muy distintos antes de convertirse en la estrella latina más famosa de la televisión estadounidense. Su meta era ser dentista y estudió odontología durante tres años. Sin embargo, un fotógrafo la descubrió en una playa, y su carrera cambió de dirección. De los consultorios y las batas blancas pasó a las pasarelas y, finalmente, a conquistar Hollywood con su humor y carisma.
Gary Forero: de la zootecnia a la ficción
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Graduado como zootecnista en la Universidad La Salle, Gary Forero también tuvo experiencia en áreas tan diversas como la criogenia en Brasil. Para sostenerse mientras estudiaba actuación, trabajó como modelo, mesero y hasta comerciante de automóviles. Hoy, esas vivencias alimentan su capacidad de dotar a sus personajes de realismo y empatía, habilidades que no se aprenden en una sola profesión, sino en la escuela de la vida.